El Belén más antiguo de España
Se cree que el Belén más antiguo es el que se encuentra en La Sang, situado en la iglesia de La Anunciación-Santuario de La Sangre.
Este nacimiento cuenta con 23 piezas de madera policromada, siendo las más antiguas la imagen de la Virgen y San José, datadas de finales del siglo XV. Esta obra está vinculada al taller napolitano de Pietro y Giovanni Alamanno.
Toledo, la cuna del mazapán
Se cree que el origen de este dulce, proviene de las monjas del convento de San Clemente, en Toledo. Ante la hambruna que estaba viviendo la población, las monjas trabajaron con los ingredientes que tenían a mano, azúcar, huevos y almendras, que resultan ser los ingredientes del mazapán original.
En la actualidad, Toledo se caracteriza por ser referente en la elaboración de este exquisito dulce navideño. Destacando los que se venden en los conventos y los obradores especializados.
Los Santos Inocentes
Esta fiesta, de origen incierto, se celebra cada 28 de diciembre, siendo costumbre gastar toda clase de bromas a amigos o familiares. En algunos lugares de España se llevan a cabo actos muy divertidos durante la Navidad, como puede ser la fiesta de los Enharinados en Ibi (Alicante), una batalla campal en donde la harina y los huevos son los protagonistas.
El Olentzero
Es un personaje amigable, gentil y bonachón que vive en entre Euskadi y el País Vasco francés. Su oficio es el de carbonero y cada 24 de diciembre baja de las montañas para repartir regalos a los más pequeños, en torno a esta figura ancestral vasca giran un sinfín de leyendas, pero nos quedamos con la que simboliza la llegada de un año lleno de vida.
El Apalpador
También se le conoce como Pendigueiro y es un personaje grande con barba roja, chaqueta verde y un gran saco lleno de castañas. Cada 24 de diciembre baja de las montañas del este de Galicia para repartir regalos entre los más pequeños. Se cuenta que, junto con los regalos, esta figura mítica deja unas castañas como símbolo de abundancia para el nuevo año.
El Caga Tió
Es Tió Nadal es un personaje típico de la cultura aragonesa y catalana. Su cuerpo es un tronco de madera con cuatro palos que actúan como patas y tiene unos ojos saltones. La tradición cuenta que, desde el inicio de adviento, hay que taparlo con mantas y dejarle comida cada noche, así estará listo para el 24 de diciembre, que es cuando los niños lo golpean con ramas mientras cantan, haciendo que defeque regalos.
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