top of page

Los Escobazos: un ritual en el que el fuego ilumina Jarandilla de la Vera, Cáceres.

Carlos Díaz Álvarez
Periodista e investigador, especializado en hecho religioso.

Durante la noche del 7 de diciembre el centro de la localidad cacereña de Jarandilla de la Vera se convierte en el escenario de una amistosa batalla de fuego. Este es el momento culminante de Los Escobazos, una festividad de origen ancestral que este año estrena el título honorífico de Fiesta de Interés Turístico Nacional.



Ritual Escobazos/Antonio Suarez de Arcos.
Ritual Escobazos/Antonio Suarez de Arcos.

La celebración de los Escobazos gira en torno a un ritual que se desarrolla durante 3 horas que se viven con una intensidad desmedida. Pero esta festividad cuenta con un extenso programa que se lleva a cabo durante una semana y en el que participan los habitantes del municipio desde edades muy tempranas. Todo esto convierte a Los Escobazos en uno de los grandes eventos populares de Extremadura.


Jarandilla se prepara para su gran festividad


Los días previos a la celebración de Los Escobazos se convierten en una sucesión de eventos que tienen lugar durante la primera semana de diciembre. En esta edición todo comienza con una charla - taller intergeneracional llamada “Conoce tus tradiciones”.

Esa charla es impartida por vecinos de la localidad y por el personal del Ayuntamiento y se desarrolla en un espacio de diálogo entre mayores y niños. Su contenido está enfocado en exponer al alumnado de los centros de infantil y primaria de Jarandilla el valor de las tradiciones y de las experiencias que se generan en el lugar en el que viven.


Esta es una de las actividades más destacadas del programa porque tiene el objetivo de lograr que las nuevas generaciones entiendan el valor de su cultura, de su folclore y de sus tradiciones. Además, con esta labor se busca que la festividad sobreviva al paso del tiempo.

La semana continúa con la presentación de la festividad en la Diputación Provincial de Cáceres y con la puesta en marcha de otras actividades como el “Taller de Instrumentos musicales” en el que participan niños y adultos. También sobresale el “Taller de elaboración de escobones”. Este último es especialmente importante porque va destinado a niños y niñas de entre 3 y 15 años que también son parte de la festividad y que serán quienes la conserven.



Hoguera Escobazos/ cedida por el C.I Museo de los Escobazos.
Hoguera Escobazos/ cedida por el C.I Museo de los Escobazos.

El protagonismo del día 7 de diciembre

 

El primer evento de este día tiene lugar al mediodía con la entrega del “Escobón de Oro”, un galardón que reconoce la labor de personas e instituciones que han contribuido a que esta festividad perviva. Además, durante esa mañana, lugareños y visitantes pueden visitar los lugares del municipio en los que se ubican las hogueras que arderán al oscurecer. Entre ellos se encuentran la Plaza del Sopetrán, la Plaza Nueva, la Plaza de la Soledad o la Cuesta de los Carros.

Posteriormente, a las 16:00 horas, se desarrolla la “Pedida de la Rosca”, una tradición que es llevada a cabo por los Mayordomos de la Virgen de la Concepción. Antiguamente, consistía en la entrega de dulces a quienes aportaban donativos que ayudaran a sufragar los gastos de esta festividad. Hoy en día ha dejado de estar vigente esa costumbre, pero cualquier persona tiene la opción de realizar una aportación. Una hora después, se celebra la Santa Misa y la Novena en la Iglesia de Santa María de la Torre.


Comienza el gran ritual

 

A las 18:00 horas, lugareños y visitantes se preparan para participar o para contemplar el gran ritual de saludos de fuego. Pero antes, tiene lugar una representación de la bajada de los cabreros desde la sierra. Este recorrido comienza en el Puente del Parral, de ahí va hacia la calle Marina, y finaliza en la Plaza de la Constitución.



Entre Hogueras y Escobones
Entre Hogueras y Escobones/ cedida por el C.I Museo de los Escobazos.

Una vez que llegan los pastores, el fuego adquiere todo el protagonismo con la quema de los escobones y las hogueras. Sin previo aviso, los participantes comienzan una gran batalla en la que intercambian golpes con sus escobones de retama que arden intensamente.

A partir de ahí, los habitantes de Jarandilla de la Vera, los curiosos y los visitantes viven un momento de fervor. El fuego ilumina la Plaza de la Constitución con el ir y venir de los escobazos de retama, pero todo se desarrolla en un ambiente de júbilo y de camaradería.



Hogueras y escobones/ cedida por el C.I Museo de los Escobazos.
Hogueras y escobones/ cedida por el C.I Museo de los Escobazos.

A esta festividad tampoco faltan las generaciones pasadas, ya que los participantes se visten con las prendas de sus familiares y amigos fallecidos recordando su presencia y haciendo que también estén presentes en el gran ritual de Jarandilla. Tanto es así, que los habitantes del municipio pueden reconocerse entre ellos viendo la camisa, la chaqueta o la gabardina que llevan a Los Escobazos.


Tras tres horas de máximo apogeo, este ritual de saludos de fuego termina con el repique de las campanas y con la Procesión del Estandarte de la Inmaculada Concepción que sale de la Iglesia Parroquial de Santa María de la Torre. Ese estandarte es portado por un jinete que sigue un camino iluminado por las escobas encendidas que forman un pasillo actuando como si fueran antorchas que sirven de guía.



Procesión estandarte/ cedida por el C.I Museo de los Escobazos.
Procesión estandarte/ cedida por el C.I Museo de los Escobazos.

El ritual termina con la quema de hogueras ubicadas en diferentes puntos de la localidad. Seguidamente, los vecinos se reúnen en torno al fuego o en sus casas compartiendo platos como las migas y el vino de pitarra. Los habitantes de Jarandilla y los visitantes viven un ambiente festivo en el que prima la hermandad.

Posteriormente, el día 8 de diciembre, se celebra la Santa Misa en la Iglesia Parroquial de Santa María de la Torre y de nuevo tiene lugar la Procesión de la Inmaculada Concepción. Este momento también es importante porque se realiza una subasta pública que decide quien portará el estandarte dentro de un año.

Esta subasta también tiene su singularidad, y eso se debe a que sobre ella recae una norma no escrita. Esa orden marca que durante los 12 meses siguientes es posible aumentar la puja para que el estandarte cambie de portador, pero se trata de una situación que nunca se ha dado.


Un origen religioso y pagano

 

A día de hoy existe cierto debate en torno al origen de Los Escobazos. Las gentes de Jarandilla afirman que esta festividad procede de una antigua tradición pastoril en la que los pastores acudían a la sierra para alimentar al ganado con el pasto. Al regresar al pueblo, encendían escobones de retama que les servían como antorchas con las que iluminaban su camino. Una vez que se reencontraban en el municipio, se golpeaban de forma amistosa con sus escobones de fuego para apagarlos.

Esta tradición se ha transmitido de generación en generación hasta llegar hasta nuestros días. Aunque hay una versión que indica que los pastores compartían ese saludo para expresar la alegría que sentían tras estar una larga temporada sin verse.

A día de hoy prevalece esta versión, pero también hay una teoría que apunta a que su procedencia estaría en una celebración dedicada a la Virgen de la Concepción que marcaba el fin de la cosecha de otoño.


En el siglo XVIII los cabreros bajaban de la sierra de Losar de Guijo para rendir culto a la virgen, y como carecían de un sistema de iluminación, encendían escobas creadas con retama y escobera, que son dos arbustos que abundan en esta zona. Siguiendo esta versión, Los Escobazos serían una forma de agradecer a la virgen los cultivos que se obtenían a la vez que se le pedía abundancia para las siguientes cosechas.



Festividad/ cedida por el C.I Museo de los Escobazos.
Festividad/ cedida por el C.I Museo de los Escobazos.

Un ritual que sobrevive al paso del tiempo

 

Los Escobazos es una de las grandes festividades de Extremadura. Durante el día 7 de diciembre las gentes de la Comarca de la Vera muestran su carácter más integrador recibiendo a todas las personas que llegan a localidades como Jarandilla atraídos por la singularidad de Los Escobazos.

Cualquier persona puede participar en este ritual cumpliendo medidas de seguridad como no golpear de espaldas y únicamente chocar de cintura para abajo. Tampoco se puede molestar a las caballerías que forman parte de la procesión, ni dar golpes una vez que el Estandarte ha salido de la Iglesia de Santa María de la Torre.

Hoy en día esta festividad actúa como un reflejo del pasado folclórico y tradicional de Jarandilla de la Vera. Su repercusión es cada vez mayor y se está realizando una apuesta firme por el relevo generacional. Además, el valor sentimental pervive en Los Escobazos creando un momento de hermandad que transmite la sensación de que el fuego de los escobones no quema.

51 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page