Con el crecimiento de Madrid, cada vez eran más los artesanos y profesionales que necesitaban protegerse de la intrusión y de los comerciantes ambulantes, ya que afectaba a la calidad y a los precios de sus productos. Por este motivo, los comerciantes y artesanos se agruparon en cofradías y gremios para proteger sus intereses. Esta asociación proporcionaba un control en la adquisición de la materia prima, elaboración y venta de los productos artesanales, ofreciendo una garantía laboral y social para todos los artesanos agremiados y sus familiares.
La estructura gremial se divida en 3 niveles: aprendiz, oficial y maestro. Los aprendices no superaban los 14 años, trabajaban y aprendían el oficio a cambio de recibir alojamiento y manutención. El periodo de aprendizaje dependía del tipo de oficio, tras superarlo, ascendían a oficiales. La categoría de maestro solo se alcanzaba al elaborar una obra maestra y que tuviera el beneplácito de todos los miembros del gremio y, en algunos casos, de la corona. Es en este nivel donde el artesano ya contaba con taller propio y controlaba todo lo que rodeaba a su oficio.
El establecimiento de la corte en Madrid marca un antes y un después en la capital. Los artesanos madrileños tuvieron que responder al reto que suponía el consumo de la alta clase social, la actividad manufacturera y comercial creció de manera exponencial. En el ultimo cuarto de siglo XVII se va a produce un incremento de los productos suntuarios. Muchos comerciantes y artesanos se enriquecieron con esta clase de productos. Los gremios dedicados a la sedería, pañería, joyería, lencería y mercería se unieron creando los Cinco Gremios Mayores. Se hacían llamar mayores porque eran los que pagaban más en contribuciones a hacienda.
Estos cinco gremios tenían tanto poder que, a finales del siglo XVIII constituyeron la Compañía General del Comercio con el fin de extender el negocio artesano en todo el mundo. Llegaron a financiar las obras del nuevo Paseo del Prado y ayudaron económicamente a la Corona en época de crisis. Tenían delegaciones en Valencia y Cádiz y varias factorías a su disposición.
En 1845, la compañía cesa casi todas sus actividades debido a los prestamos dados a la Corona, la inflación, la mala gestión...etc. El sistema de gremios acabará desapareciendo finales del siglo XIX pero gracias a ellos nace el pensamiento sindicalista.
Comments